Los mejores dulces salen a fuerza de prueba y error.
Dicen que los de la abuela son los más ricos; como si la condición de “abuelidad” bastara para confirmar esta regla. Las mermeladas caseras son algo así como una marca registrada, un tesoro de la memoria, un manjar que establece comunicación directa con la infancia y la nostalgia, sin importar de qué abuela estemos hablando. Estos dulces parecen no fallar nunca y los de Irina Catering, tampoco.
Se consumen en toda las épocas del año, porque un dulce bien conservado —en un frasco esterilizado, a temperatura ambiente y en un lugar seco puede durar años. Es que, básicamente, una mermelada casera se hace con fruta y azúcar, y el azúcar es uno de los conservantes más efectivos. ¿Qué otro ingrediente? Ninguno más. No se agrega agua, ni alcohol. Ni siquiera algo para darle más brillo, ya que el mismo almíbar que se hace con la fruta, le da brillo natural.
Ahora bien, ¿qué fruta y qué azúcar son los indicados? Hay que aprovechar la fruta de estación, porque siempre está bien dulce y madura, esa que se rompe en la mano; la fruta que estamos por desechar, porque que ya no sirve. Esa, para el dulce, es fantástica ya que tiene una concentración de azúcar bien alta, y es muy sabrosa. No importa si está golpeada, si a la vista no resulta atractiva o si ya desprende un aroma dulce e intenso; pero tampoco debe estar muy pasada porque en este caso, ya comenzó a fermentar.
Con respecto al azúcar, usamos rubio, por su color; además tiene un sabor diferente, es menos dulce y más saludable, y si no, azúcar común; pero nunca moreno: no es muy apropiado porque el color mata cualquier preparación y además le transmite un sabor particular que tiene, debido al tipo de tratamiento y refinamiento al que fue sometido.
Es importante saber que de cualquier fruta se puede hacer una mermelada; sin embargo, siempre hay algunas más apropiadas que otras. La manzana no queda tan bien, pero hay que probarla. Y en cambio, las mas ricas son las de duraznos, damascos, frutillas, frutos rojos… todas las frutas de verano son más que ideales. Y en invierno, lo mejor son las cítricas: naranjas, mandarina, pomelo.
También quedan bien combinadas con algunas verduras y quedan riquísimas: mandarina y zanahoria, por ejemplo. O mezclar las frutas con especias, como canela, cardamomo o jengibre.
Hay mermeladas para todos los gustos!!. No te quedes sin la tuya!!!..
Para encargos escribinos a consulta@irinacatering.com.ar
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